La vida en el centro de todo, ahora más que nunca

Por responsabilidad social ante la crisis del coronavirus, el equipo de 50a50 trabajamos ya desde casa desde la semana pasada, y seguimos 100% operativas en nuestros canales de comunicación habituales. Como vosotras: yo me quedo en casa.

Son momentos difíciles pero quizás también nos encontramos ante una oportunidad. Una oportunidad para hacer un resset a la sociedad, para transformar el modelo organizativo, para avanzar hacia el cambio de paradigma que muchas de nosotras ya reclamamos desde hace tiempo, para poner en valor el tiempo compartido con nuestras personas queridas, para probar el teletrabajo y descubrir nuevas fórmulas de conciliación familiar y laboral.

Con todo, en esta situación de emergencia sanitaria, social y económica, desde 50a50 queremos hacer un llamamiento a no bajar la guardia, a estar atentas a cualquier vulneración de los derechos de las mujeres que tanto nos ha costado conseguir, a seguir trabajando por la igualdad, porque por un motivo u otro las mujeres constituyen uno de los grupos más vulnerables. Algunos consejos:

  • Como sabéis, las personas mayores son las más vulnerables. Si en vuestro edificio hay, os invitamos a organizaros entre los vecinos con el fin de ayudarlas y que, sobre todo ellas y ellos, no salgan de casa ni para las necesidades básicas. Cuidemos especialmente ahora de nuestros mayores.
  • ¿Tenéis contratadas limpiadoras, cuidadoras, niñeras? Ellas también deben quedarse en casa, pero seamos solidarias y, nosotras que podemos, hagamos el esfuerzo de mantenerlas en la Seguridad Social y de seguir pagándoles el sueldo, porque seguramente perderán los demás trabajos a horas con que sobreviven mes a mes.
  • La conciliación debe ser corresponsabilidad. Todos los miembros de la familia deben ayudar en casa. Somos las mujeres las que tradicionalmente nos hemos ocupado de los cuidados y de la casa, pero ellos lo hacen tan bien como nosotras, ¡démosles esta oportunidad! En todo, liderazgo compartido. Y también es una oportunidad para que hijos e hijas asuman la responsabilidad de cuidarse y de cuidar. Debemos repartir las responsabilidades entre todos los miembros de la familia, incluidos niños y niñas.
  • Un recuerdo también para aquellas mujeres vulnerables económicamente, que se ven obligadas a convivir con sus maltratadores, aquellos que las agravan de forma física o psíquica. Ni un paso atrás.
  • Y un gracias infinito al personal sanitario, y también a las personas de la limpieza que se encargan de que en los hospitales y centros sanitarios se pueda trabajar con seguridad, y a las personas que trabajan en farmacias, supermercados y otros negocios que ofrecen servicios de primera necesidad.
  • Solidaridad y sororidad. En las redes sociales hay numerosas iniciativas para ayudar a la comunidad, para poner cada una un granito de arena para avanzar hacia un mundo mejor. Aseguraos de que se traten de informaciones fiables y seguras.

Cuidaos y cuidad de vuestro entorno. Y calma y paciencia. Ahora más que nunca, la vida en el centro de todo.